Los animales, a los cuales aprecio mucho, dedican su vida a comer, dormir y copular. Esos son sus grandes objetivos de su existencia. Tienen memoria corta y no se ocupan de su futuro. No son tan libres como parecen, pues casi toda la energía y tiempo se les va en procurarse alimento y aparearse. “Libre como los pájaros” es sólo una frase romántica: el ave se pasa su existencia comiendo. Para eso trabaja.
Hay una enorme cantidad de humanos en todos los continentes y culturas que hacen fundamentalmente lo mismo. Viven para trabajar. Trabajan para comer, copular y dormir. No se preocupan mayormente por su futuro y tienen memoria de corto alcance. Pueden pasar cinco años haciendo lo mismo, caminando por los mismos lugares, con los mismos hábitos y costumbres, con los mismos amigos, mismo trabajo, mismas deudas, etc. ¡Cuánta gente trabaja muchas horas al día para mantener una cierta situación a la que ha sido condicionado a tener y que le exige pagar deudas, por lo que no puede dejar de trabajar cada vez más!
Todo esto produce un enorme desgaste que enferma. Hay que seguir trabajando para pagar médicos y medicinas, sicólogos y siquiatras.
Pueden comprarse una o más casas bonitas que apenas disfrutarán, con jardines que casi no verán y con muebles donde pocos amigos tendrán la oportunidad de ser atendidos. “Libres como los pájaros”.
Es tiempo de reflexionar lo que nos hace verdaderamente humanos y nos diferencia de los animales. Esto no es otra cosa que la capacidad que tenemos de pensar lo que pensamos. Esto claramente nos separa de los animales.
Y esta reflexión debe conducirnos a liberarnos de condicionamientos, hábitos y creencias adquiridas y aceptadas simplemente porque nos las inculcaron en la infancia y aceptamos como verdaderas y absolutas, sin ningún discernimiento.
Hoy, si quieres crecer como persona y activar todas tus potencialidades con las cuales naciste y que las tienes para usarlas, tienes que —en términos cibernéticos—reprogramar tu mente. Nuevos hábitos, condicionamientos y creencias que vayan acorde con tus nuevos conocimientos y experiencias, nuevos programas mentales que te liberen verdaderamente y que te lleven a la paz interior, producto de una armonía en tus pensamientos y sentimientos.
No naciste con tus temores, sentimientos de culpa, inseguridades, bloqueos y traumas. Estos fueron adquiridos durante tu vida, y por lo tanto, puedes liberarte de ellos.
Tienes derecho a una calidad de vida mejor. ¡Atrévete a ser diferente a lo que eras antes! Ahora, si quieres siempre lo mismo para tu futuro, sigue haciendo lo mismo que has hecho estos años. Pero si quieres ser mejor, tener mejores relaciones humanas, tener una vida más eficaz y eficiente, tener mejor salud, amor y paz; entonces, sigue aprendiendo y practicando estas enseñanzas.
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